miércoles, 4 de diciembre de 2013

Vídeo, la vida en las comunas

Uno de los vídeos realizados por los jóvenes de 11 en el área de Ciencias Políticas.  En esta actividad se reflexiona sobre temáticas de la realidad social: la violencia, el narcotráfico, la prostitución, el aborto, entre otras muchas. Se elabora el guion y la puesta en escena. Más allá de la calidad de los cortometrajes es de destacar como los jóvenes dan una mirada a estas realidades, asumen una posición sobre las mismas y trabajan en equipo. Esta es ya una tradición en el grado 11 y este año arrancamos con programas radiales en 9 y 10.

 

martes, 8 de octubre de 2013

Lipovetsky, la ética del Posdeber

Comparto un texto que he publicado hace poco en la revista Micro Filosofía.  La labor docente debe complementarse con la constante reflexión sobre los temas y autores del área que se sirve.
..................................................................................................................................

Para Lipovetsky, el curso de la historia de la vida moral se divide en dos faces: la primera se caracteriza por basarse en morales de tipo religioso; la segunda, que en general busca la secularización, se desarrolla a su vez en dos oleadas. La primera oleada, propiamente moderna, pretende elaborar una moral que no se base en dogmas religiosos, revelaciones divinas, o en la idea de futuras recompensas y castigos. 

Para Lipovetsky, pese a que la primera oleada logra encaminar a la  ética en la vía de la secularización, aun toma de la moral religiosa algunos de sus conceptos básicos como el de deber absoluto que es una adaptación de la idea religiosa de deuda eterna, por lo cual este autor llama a la moral de dicho período: religión del deber laico.

La segunda ola de  secularización, que se inicia aproximadamente en 1950, pone en marcha una nueva lógica del proceso secularizador de la ética según la cual  ya no solo se debe hacer de la ética una esfera independiente de la religión, sino, disolver todas las formas de tipo religioso que persistan en ella y en especial la noción de deber.

Así, no puede resultar sorprendente, para este autor, que la sociedad contemporánea no exalte ordenes superiores, desvalorice la idea de la abnegación, estimule los deseos inmediatos, la pasión y el ego, la felicidad intimista y materialista, y,  sin embargo,  se pueda hablar de una revitalización de la perspectiva ética en la sociedad posmoralista  y de hondos debates teóricos con respecto a la ética.  Por ejemplo, respecto al modo de regular el Estado individualista, Lipovetsky señala:  “por un lado, una lógica ligera y dialogada, liberal y pragmática referida a la construcción graduada de los límites, que define umbrales, integra criterios múltiples, instituye y derogaciones y excepciones. Por otro, disposiciones maniqueas, lógicas estrictamente binarias, argumentaciones más doctrinarias que realistas, mas preocupadas por las muestras de rigorismo que por los progresos humanistas, por la represión  que por  la prevención”; lógicas que se enfrentan y en su enfrentamiento configuran el rostro de la ética en la era del posdeber.

En esta era, las normas se establecen y son en sí mismas  de carácter individual. La pregunta ética es entonces ¿cómo guiar las acciones a sabiendas de que esa guía solo puede partir del individuo?  La respuesta  parece obvia: “con el individualismo”.  Este, sin embargo,  no es individualismo y ya, sino que se adjetiva como responsable o irresponsable. El primero mira a las consecuencias de la acción como uno de los criterios para su resolución  mientras que el segundo  encuentra en el beneficio inmediato su criterio de acción.

Para Lipovetsky el futuro del Estado individualista está determinado, en gran medida, por cual sea el tipo de individualismo que domine en la era posmoralista; para él, el individualismo responsable tendería a generar una ética de la responsabilidad que, en oposición a una moral de la convicción, sería la  forma como el siglo XXI puede, de alguna manera, llegar a ser ético.

Jesús Villa

viernes, 23 de agosto de 2013

Artticulo: Nietzsche, del leer y escribir


Un saludo, comparto este breve artículo que publique hace poco la Revista Microfilosofia
---------------------------------------------

Antes de  intentar una reflexión sobre la tipología de lectura y escritura que plantea Nietzsche  en “Del leer y  escribir”, veamos un poco  algunos elementos que se presentan en el mismo discurso y sobre los cuales se posibilita la propuesta de lectura y escritura Nietzscheana.

Nietzsche encuentra que el espíritu, a lo largo de la historia,  ha tenido tres faces: “En otro tiempo el espíritu era dios.  Luego  se hizo  hombre, y ahora se convierte incluso en plebe”[1].  La tercera  de estas faces: cuando el espíritu se hace plebe, es  en especial interesante para una reflexión sobre la tipología de escritura que propone Nietzsche en este discurso, ya que es en medio de esa fase histórica del espíritu  donde Nietzsche escribe y donde encuentra a su tipo contrario de escritor.

En esta fase, del nihilismo pasivo, la voluntad está paralizada,  a diferencia de las dos anteriores  cuando dios y la razón llenaban de sentido la existencia (la justificaban).  No hay ningún referente que jalone   la voluntad humana; la cultura se ha convertido en algo trivial y  la creación en algo imposible, llegándose a laosumo a una escritura de tipo periodístico[2]

En el discurso del leer y el escribir se pueden distinguir dos momentos  del desarrollo de la propuesta Nietzscheana de lectura y escritura:  un momento negativo y un momento  propositivo.  En el negativo se incluye el diagnóstico de la escritura de su época y lo que es más importante, la muerte de la metafísica como aquello que posibilita la fase propositiva.

La metafísica occidental, desde Platón hasta los contemporáneos de Nietzsche, vía idealismo,  ha paralizado la potencia creadora de la voluntad (y en ello entiéndase también de la naturaleza). El optimismo teórico occidental de pretender ordenarlo y explicarlo todo según categorías y conceptos de una pretendida validez universal, es, para Nietzsche, la característica por excelencia de un tipo de cultura que él llama socrática-alejandrina

La muerte de la metafísica posibilita, en el discurso nietzscheano, el resurgimiento de la cultura trágica  hacia la cual se dirige el momento propositivo del discurso del leer y  escribir.

En el apartado veinte de “El nacimiento de la tragedia”  la invitación de Nietzsche es clara: “si, amigos míos, creed conmigo en la vida dionisaca y el renacimiento de la tragedia. El tiempo del hombre socrático ha pasado: coronaos de hiedra, tomad en la mano el tirso y no os maravilléis si el tigre y la pantera se tienden acariciadores a nuestras rodillas. ¡Vosotros acompañareis al cortejo dionisiaco desde India hasta Grecia!, ¡armaos para un duro combate, pero creed en los milagros de nuestro dios¡”[3]

Una vez muerta la metafísica se abre un nuevo plano de interpretación en el cual nada está ordenado de antemano. Ya no es misión del pensamiento  encontrar ese orden que desde una visión metafísica llena de sentido los fenómenos, sino,  dejando de lado cualquier jerarquización noumeno-fenómeno que le atribuya a lo noumeno la característica de un orden trascendente, penetrar en lo inmanente del fenómeno  que se ha constituido  en el  nuevo plano de interpretación y de acción para el pensamiento.

La acción del pensamiento en este plano de inmanencia, para Nietzsche no puede ser otra que una labor estética de creación de perspectivas de interpretación.

La tipología de lectura y escritura que propone Nietzsche, es entonces también una labor estética; en ambas, lectura y escritura, se está siempre interpretando y  creando sentidos y no solo leyendo el orden ya dado  que se halla al fondo de cualquier propuesta metafísica.

 El sentido del plano inmanente y de sus fenómenos es inmediato y se encuentra en la propia inmanencia;  es, en palabras de Nietzsche “el sentido de la tierra”  y este es lo único que puede desparalizar la voluntad y posibilitar el pensamiento.


[1] NIETZSCHE, Federico.  Así habló Zarathustra. Oveja negra. P. 63.
[2] Este tipo de escritura es el tipo contrario de la escritura  que Nietzsche propone.  En ella, además de ser objeto del comercio, no se crean perspectivas de interpretación del mundo y de la existencia. No se arriesga el escritor a lanzarse en el juego estético de la creacion conceptual, sino, que se escribe para un lector ya conocido sobre asuntos también conocidos, hechando  a perder cualquier posibilidad de verdadera creación y convirtiendo el esfuerzo y compromiso que, para Nietzsche, implica la escritura, en algo rutinario
[3] NIETZSCHE, Federico. El nacimiento de la tragedia. Alianza. P. 164

Jesús Villa
Publicado en: Revista Microfilosofia

miércoles, 21 de agosto de 2013

Antioqueñidad 2013

Algunas imágenes de la antioqueñidad en la Institución Educativa José Eusebio Caro de Medellin.


Jesús Villa

jueves, 28 de marzo de 2013

Imagenes proceso electoral del año 2013

El proceso electoral del año 2013 ha sido un éxito pese a las dificultades locativas que atraviesa la institución; este año las elecciones fueron digitales y se contó con la asistencia masiva de los estudiantes, la colaboración del cuerpo docente y la presencia de las directivas del colegio.

Desde el proyecto comunicaciones les presentamos algunas imágenes de la jornada.